4 de febrer del 2009

desaparició

Un extraño panorama para después de esa batalla perdida que es la infancia. Envejecer tal vez tenga su gracia, pero también es cierto que envejecer sirve para comprobar que hemos caminado y que el tiempo ha caminado con nosotros, sirve para comprobar que hemos avanzado por dunas movedizas que en apariencia nos han conducido al término de un trayecto y nos han situado en la punta avanzada de un desierto donde, al volver la vista atrás e intentar recuperar algo de nuestra calle de Arthur, sólo podremos ver un viejo camino en el que el Tiempo ha escrito el fin abrupto de nuestro mundo, del mundo. Sabemos que es el fin del mundo si avanzamos. Sabemos que si damos un paso más allá, desapareceremos. Y nos planteamos darlo, pues pensamos que es lo mejor, recordamos que ya ese paso lo dieron otros antes, y esos otros fueron siempre nuestros exploradores favoritos, los que admirábamos tanto cuando les veíamos difuminarse en las tenaces sombras del vacío.

enrique vila-matas, doctor pasavento (barcelona: anagrama, 2005)

1 comentari:

Anònim ha dit...

Este es uno de los motivos literarios que más me han gustado del "Doctor Pasavento": la referencia a la metáfora de Rimbaud de la vida como una única calle, que al final se pierde en un desierto sin salida. O bien te quedas en esa misma calle conocida toda tu vida, o bien te adentras en el desierto sin saber adónde te llevará o si podrás salir de él alguna vez.